Noticias Recientes

Condenan chofer dominicano de autobús escolar por violar discapacitada en 1998.


El chofer dominicano de un autobús escolar en el que transportaba estudiantes de una escuela para discapacitados, Henry González de 44 años de edad, fue condenado el viernes a 17 años de cárcel por el juez James Lang en la Corte Superior de Salem en Massachusetts, por violar sexualmente a una alumna de 13 años y huir a la República Dominicana, donde fue capturado y extraditado a Massachusetts.. El abuso lo cometió González en 1998.

Un comunicado de la fiscalía dice que González, se declaró culpable de violación infantil y ataque indecente y agresión contra una niña. Tendrá derecho a libertad condicional cuando cumpla 15 de los 17 años y otros 5 en libertad condicional, pero los fiscales dijeron que será deportado a su país. Las autoridades dicen que recogió a la niña en su casa del poblado Saugus, pero en lugar de llevarla a la escuela, la condujo a un apartamento de Lynn (Massachusetts) donde la violó. La dejó abandonada en un centro comercial y ella tuvo que caminar cuatro millas hasta su escuela en Melrose, donde informó del ataque. González tenía programado un juicio en el 2000 pero huyó a su país natal, República Dominicana, donde fue arrestado el año pasado, entregado a oficiales del Servicio de Alguaciles Federales de Estados Unidos (US Marshalls) y extraditado a New Hampshire.

Una prueba de ADN hecha al ahora convicto dominicano, lo vinculó directamente a la violación de la menor discapacitada, dijeron los fiscales. Fue capturado el 24 de mayo de 2017 en la República Dominicana.. La búsqueda del extraditado fue tan intensa, que apareció en el popular programa “America´s Most Wanted” (Los Más Buscados de América), de cobertura nacional en Estados Unidos, hasta que fue ubicado. La policía de Salem en Massachusetts, dijo que González trabajó como conductor de un autobús escolar en Saugus, recogiendo y dejando a los estudiantes con necesidades especiales, incluida la niña de 13 años.

En diciembre de 1998, González llevó a la víctima a la casa de un pariente en Lynn, abusó sexualmente de ella y luego la dejó en el centro comercial Square One en Saugus, dijo la policía. Permaneció libre con una fianza de $ 5,000 mientras el caso estaba pendiente por más de un año en el Tribunal Superior de Salem, asistiendo a audiencias de moción, incluida una moción para anular las declaraciones que hizo a la policía después de su arresto, que le fue rechazada. El 19 de junio de 2000, fecha para la que se programó un juicio en su contra, González no apareció en la corte. Maureen Leal, la fiscal del caso, dijo que en 2010, su oficina recibió información de que el acusado estaba en la República Dominicana, de donde es ciudadano. Dijo que ubicarlo y extraditarlo, conllevó un largo proceso, que involucró al Departamento de Justicia y a las autoridades judiciales dominicanas, para extraditarlo a los Estados Unidos.

La víctima en el caso, ahora una mujer adulta, compareció en el tribunal con miembros de su familia. La jefa de policía de Saugus Domenic DiMella dijo que los investigadores nunca se rindieron. “Cuando dañes a los más vulnerables entre nosotros, no descansaremos hasta que te llevemos ante la justicia”, advirtió. El abogado de González, Mark Schmidt, dijo que desde ese momento está claro que, dada la fortaleza del caso, incluso después de casi dos décadas, su cliente se declararía culpable.

“Hace dieciocho años, cuando el señor González se ausentó de Massachusetts, se le dio a entender que estaba enfrentando algunos números serios con respecto a su sentencia”, dijo Schmidt a al juez Lang. “Tenía miedo y corrió”, dijo el abogado. “Aún así, él sabía que este día iba a llegar”, dijo Schmidt, quien describió a González como “palpablemente aliviado” después de su arresto. González le dijo al juez que había trabajado en una fábrica en la República Dominicana.

Había dejado a su familia aquí en los Estados Unidos en 2000, dijo Schmidt, y luego, otra familia que había construido en la República Dominicana cuando fue arrestado 17 años después. “Hay un dolor de corazón por todos lados”, dijo Schmidt. “Solo quiero dirigirme a la familia”, le dijo González al juez momentos antes de que se impusiera la sentencia. “Perdón por todo.”