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Modesta ha criado a 9 hijos soldando y desabollando carros.


La necesidad motivó a Modesta Arias a aprender un oficio que pocas mujeres se atrevían a practicar: desabollar, soldar y pintar vehículos. “Tenía que mantener a mis hijos”, señala sobre sus inicios en el trabajo que desempeña desde hace 20 años. Modesta explica que el padre de sus nueve hijos le enseñó el oficio, pero que luego sus clientes empezaron a preferirla por considerarla “más responsable”.

“Mi esposo tenía problemas donde trabajaba, porque si cerraba tarde al dueño se molestaba y yo lo ayudé a comprar un equipo. Cuando comenzamos aquí, los clientes venían, pero él era un poco irresponsable y tuve que aprender para que mis hijos no pasaran trabajo”, relata Modesta mientras enciende la mecha de acetileno y oxígeno para proseguir con la reparación de un auto.

Destaca que al principio, cuando instaló el taller junto al que era su esposo en ese entonces, tenía que realizar el trabajo de ambos, para poder recibir el dinero destinado a la alimentación y a la educación de sus hijos. Emprender cualquier negocio conlleva responsabilidad y esfuerzo, y ella lo tiene bien claro. Su faena se inicia a las 8:00 de la mañana y termina alrededor de las 7:00 de la noche, aunque en ocasiones ha tenido que trabajar hasta las 3:00 de la madrugada para entregar los vehículos a tiempo.

Modesta forma parte de las 595,605 mujeres que, de acuerdo con las cifras del Banco Central, pertenecen al sector informal en República Dominicana. Aunque recibe clientes desde otros lugares de la capital, tiene su taller en Los Alcarrizos, dentro de un solar que pertenece a uno de sus hermanos.