La dominicana Aurelia Rodríguez, quien se dirigía al trabajo, fue brutalmente agredida por un supuesto violador de aspecto hispano que la interceptó en la calle Edgcombe, en el Alto Manhattan, agrediéndola brutalmente en la cabeza y la cara con una botella de cerveza. La víctima de 45 años de edad, denunció que el sospechoso que es activamente buscado por la policía, la interceptó en las inmediaciones de la cárcel juvenil situada en la referida vía y cerca del cuartel 33 e intentó arrastrarla a matorrales del parque Highbridge, aparentemente con la intención de violarla.
Mientras ella más resistía, el agresor, la arrastraba con mayor fuerza, pero gracias a la intervención de uno de los oficiales de corrección de la cárcel y de que el atacante, notó las cámaras de seguridad en el área, la soltó, pero después de golpearla brutalmente con la botella en la cabeza y la cara.
Rodríguez, explicó que notó que la intención del sujeto, era violarla, debido a la insistencia en llevarla a un lugar solitario, fuera de la calle. El ataque, que la policía dijo no parece estar relacionado con algún recluso de la cárcel, se produjo a la altura de la calle 163 Oeste. En el video de una de las cámaras de seguridad, se aprecia al individuo, cuando arrastra a la dominicana y luego cuando le propina los botellazos en la cabeza.
Cortaduras profundas, hematomas e hinchazones en la cabeza, son las marcas visibles dejadas por el ataque del criminal a la trabajadora dominicana, que se dedica a cuidar niños. Ella fue ingresada en el hospital Presbiteriano, situado a pocas cuadras de la escena del ataque, donde fue tratada, curada y despachada. Relató que ella luchó con el agresor. "Una persona que sea tan mala, no merece llamarse así."
El sujeto le exigió que se detuviera y ella comenzó a correr, mientras el hombre la perseguía a toda velocidad, hasta que logró alcanzarla. "Ahí fue que comenzó a golpearme, como quien dice, ya que no puedo hacer nada contigo, te voy a matar", añadió la señora Rodríguez. El atacante le propinó cuatro botellazos, por lo que los médicos tuvieron que suturarla con 14 puntos.
"Yo creía que él estaba tratando de arrastrarme para alguna parte y violarme, porque yo no cargaba cartera ni dinero tampoco", narra Aurelia. Ella cree que el guardia de la seguridad que la socorrió, le salvó la vida. "Cuando él vio que estaba saliendo alguien, se mandó a correr y me dejó tirada en el suelo y sangrando." Aunque dice que no pudo ver bien la cara del agresor, lo describió como un hombre alto. "Si le hubiera visto la cara, tal vez me hubiera matado, porque en ese momento, por ahí, no estaban pasando carros, gentes ni nada."
Los investigadores describieron al agresor como un hombre de apariencia hispana, en sus 40 años de edad, 6 pies de altura y pesando unas 220 libras, ojos marrones y cabello del mismo color. Vestía un pantalón jean negro, botas del mismo color que los calzones y una chaqueta que hacía juego con las otras vestimentas.
POR MIGUEL CRUZ TEJADA / SIN COMPROMISO